Los niños no se detienen. Saltan, corren, inventan mundos… y a veces, sus gafas no sobreviven. Por eso existe Masterflex, monturas creadas para resistir su energía, hechas con materiales ultraflexibles, resistentes y tan ligeros que ni se sienten. No se rompen, no se deforman, y acompañan cada juego, cada risa y cada caída.